Poética
Sólo la poesía te bajará las pantaletas
escribe
con punto y coma y con ovarios,
teclea y procura
que el último verso no quede suspendido.
Ni el perro que diariamente se inclina
sobre mi costado frío se molesta
en olerme cuando inundo la calle,
los carros no se detienen,
no les inmuta el flujo de la cosa esta
que sueña con la piel y la sustancia.
Pierdo la confianza física,
la frondosidad de mi ser metálico
y me diluyo,
me deshago
enviudando la acera
pues nadie se acerca en fin
a consolar mi llanto
que es como todos los llantos:
torrente contra el fuego.
Mi Esmirna
Los hijos del desarraigo
nacimos
con lágrimas en los pies
y nuestro método de supervivencia es el futuro
aunque la montaña se aleje en la huída
y el océano no nos separe
de los vientres rotos
cuando te arda el pecho
y de tus ojos no desaparezca el paisaje tomado y encendido
sigue la multitud
dispuesta a irrigarse
a temblar como la arena
porque la arena no llora
escapa hacia el asfalto traslúcido
a lenguas en que el temor sólo es amoroso y anhelante
sueña con el último equipaje
corre hasta decir basta
de vuelta a tu
nueva casa
sin que el músculo de la nostalgia te vire.
Pasa el camión
Los lunes pasa el camión de la basura
y se detiene
a recoger mis restos.
Sospecho que
entre la grama
hay hormigas así
que vienen a buscar
mi diario desperdicio
y algunas nunca logran acercarse.
Celebro cuando el aseo,
puntual a su faena,
irrumpe la calma de la cuadra
y sacude las casas con su ruido.
Admiro el anuncio de sus frenos,
liberación de la mugre y el pasado.
¿Cómo harán las hormigas
para invadir mi silencio
y acopiar a escondidas
mi derribo?
¿Qué cosa útil
llevarán sobre sus cuerpos
si en cada gramo de herrumbre
fallezco poco a poco?.
Sólo la poesía te bajará las pantaletas
escribe
con punto y coma y con ovarios,
teclea y procura
que el último verso no quede suspendido.
Monólogo interior de un hidrante
Ni el perro que diariamente se inclina
sobre mi costado frío se molesta
en olerme cuando inundo la calle,
los carros no se detienen,
no les inmuta el flujo de la cosa esta
que sueña con la piel y la sustancia.
Pierdo la confianza física,
la frondosidad de mi ser metálico
y me diluyo,
me deshago
enviudando la acera
pues nadie se acerca en fin
a consolar mi llanto
que es como todos los llantos:
torrente contra el fuego.
Mi Esmirna
Los hijos del desarraigo
nacimos
con lágrimas en los pies
y nuestro método de supervivencia es el futuro
aunque la montaña se aleje en la huída
y el océano no nos separe
de los vientres rotos
cuando te arda el pecho
y de tus ojos no desaparezca el paisaje tomado y encendido
sigue la multitud
dispuesta a irrigarse
a temblar como la arena
porque la arena no llora
escapa hacia el asfalto traslúcido
a lenguas en que el temor sólo es amoroso y anhelante
sueña con el último equipaje
corre hasta decir basta
de vuelta a tu
nueva casa
sin que el músculo de la nostalgia te vire.
Pasa el camión
Los lunes pasa el camión de la basura
y se detiene
a recoger mis restos.
Sospecho que
entre la grama
hay hormigas así
que vienen a buscar
mi diario desperdicio
y algunas nunca logran acercarse.
Celebro cuando el aseo,
puntual a su faena,
irrumpe la calma de la cuadra
y sacude las casas con su ruido.
Admiro el anuncio de sus frenos,
liberación de la mugre y el pasado.
¿Cómo harán las hormigas
para invadir mi silencio
y acopiar a escondidas
mi derribo?
¿Qué cosa útil
llevarán sobre sus cuerpos
si en cada gramo de herrumbre
fallezco poco a poco?.
Natasha Tiniacos. 1981, Maracaibo, Venezuela. Estudió una maestría de literatura hispanoamericana y comparada en la Universidad de Carolina del Sur, EE.UU. La editorial La Cámara Escrita ha publicado Historia privada de un etcétera (2011). Equinoccio, de la Universidad Simón Bolívar, publicó Mujer a fuego lento (Primer Premio Nacional Universitario de Literatura). En 2010 recibió una beca de la fundación Frank Ténot para realizar una residencia artística en el centro de arte CAMAC, Marnay-Sur-Seine, Francia. En 2011 lleva a cabo un proyecto audiovisual como residente en el Centro d ‘Art La Rectoria, Barcelona, España. Sus poemas y traducciones han aparecido en diferentes medios, destacando entre ellas la revista Quimera. Actualmente se dedica a la corrección, traducción e investigación de literatura latinoamericana.
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